La pérdida de audición en jóvenes: El peligroso hábito de escuchar música a todo volumen

Facebook
LinkedIn
WhatsApp

Escuchar música a todo volumen, ya sea con auriculares o sin ellos, es una práctica común que se observa diariamente en las calles, el metro y bares. No obstante, la mayoría ignora los riesgos que esto conlleva, como la posibilidad de sufrir una pérdida de audición irreversible, que los llevaría a depender de audífonos para percibir adecuadamente su entorno. Un estudio sobre hábitos auditivos realizado revela que cuatro de cada diez jóvenes admiten escuchar música a un volumen excesivo, superando los 60 decibelios recomendados. El 50% de los encuestados, entre 25 y 34 años, prefiere trabajar mientras escucha música, el 62% se relaja mejor con música en lugar de en silencio, y el 93% disfruta de canciones mientras hace ejercicio. Respecto al uso de auriculares, más de la mitad de los encuestados revela utilizarlos durante tres horas al día, y un 15% los emplea por más de cinco horas.

Un tercio de los jóvenes ha experimentado pérdida de audición. Un tercio de los jóvenes reconoce haber experimentado una disminución en su capacidad auditiva, pero más de la mitad lo considera algo normal. Los síntomas habituales que reportan son pitidos o zumbidos en los oídos. Sorprendentemente, el 60% de los encuestados no muestra preocupación por la pérdida de audición, ya que lo asocian a una afección que afecta únicamente a personas mayores.

La pérdida de audición en jóvenes también ha sido documentada en diversos estudios internacionales. En particular, una investigación publicada en la revista Scientific Reports indica que la mitad de los jóvenes en el estudio ha experimentado pitidos o zumbidos en los oídos, síntomas que alertan sobre daños auditivos en etapas tempranas o avanzadas. Estos síntomas suelen aparecer después de asistir a conciertos o discotecas con niveles de ruido que superan los 100 decibelios. En los jóvenes, estos signos son indicativos de lesiones incipientes y los pitidos desaparecen, pero persistir en la práctica de escuchar música a alto volumen puede llevar a una pérdida irreversible de audición. Inicialmente, los síntomas pueden ser sutiles, pero con la exposición constante a altos niveles de volumen, pueden agravarse.

El problema radica en escuchar contenidos de entretenimiento por encima de los 85 decibelios, ya sea con auriculares o sin ellos, según explican los especialistas. La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha instado a los fabricantes de dispositivos a limitar el nivel máximo de volumen y recomienda no superar el 60% de lo que permiten los dispositivos y no exceder de 60 minutos al día.